Entre las zonas "siempre verdes” de Guanacaste, encontramos el área de Tilarán y Nuevo Arenal, donde la temporada seca que caracteriza a Guanacaste prácticamente…no se siente.
Esta zona, tradicionalmente ganadera, fue por décadas solo un punto de paso entre Guanacaste y el volcán Arenal.
Hoy en cambio, se ha convertido en un polo turístico con personalidad propia, desarrollando servicios y atractivos como centros de aventura y de observación de vida silvestre en los bosques circundantes o windsurf, parasailing, paseos en lanchas, pesca y otras actividades acuáticas en las aguas del lago Arenal.
Una zona originalmente habitada por la tribu Huetar y dibujada posteriormente por la minería de oro en Abangares, los siglos XIX y XX vieron la llegada de inmigrantes de San Ramón, Alajuela, Atenas y Poas, entre otros. El pueblo de Nuevo Arenal es el punto de partida ideal para iniciar una visita al lago Arenal y luego al magnífico volcán Arenal. Este coloso se mantiene en constante actividad y brinda manantiales de agua caliente y lodos regenerativos, que son visitados por los interesados en turismo de salud.
Impresionantes bellezas escénicas también pueden ser encontradas en otras zonas de la Cordillera de Guanacaste.
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