La Cruz es la ciudad más al norte de Guanacaste, no lejos de la frontera con Nicaragua. El límite sureste está conformado por la divisoria de la Cordillera Volcánica de Guanacaste, donde se localiza el volcán Orosí.
Cerca del 70% de su población económicamente activa trabaja en ganadería, agricultura y pesca. Su mayor desarrollo obedece a la apertura de la carretera Interamericana. Asimismo, el desarrollo del turismo con el resto de la región ha favorecido generosamente a la población del cantón, pues muchos trabajan en actividades de comercio; otros han convertido sus casas en pequeños hoteles o sodas.
Hacia el sur de esta ciudad, está el parque nacional Santa Rosa, que protege el mayor remanente de bosque seco tropical de nuestro planeta. Este bosque da cobijo a una amplia variedad de vida salvaje; destacan entre los mamíferos los jaguares, pumas, dantas, venados y pecaríes. Entre las aves, pavones, urracas, tucanes, águilas pescadoras, etc. Entre los reptiles, sobresalen las tortugas carey, baula, verde y lora.
El parque forma un corredor biológico con el parque nacional Guanacaste y el parque nacional Rincón de la Vieja, sumando entre los tres parques un total de 120.000 ha terrestres y 70.000 ha marinas.
En esta zona, encontramos decenas de hermosas playas como Junquillal, Cuajiniquil, Jobo, Rajada o Manzanillo. El Golfo de Santa Elena y su vecina Bahía Salinas son ideales para la práctica de windsurf y parasailing.
La belleza escénica de Guanacaste continúa bajo el mar. Existen parajes submarinos que se encuentran aislados e intactos como la zona de la península de Santa Elena y las islas Murciélago que forman un santuario increíble para cientos de especies marinas. La superficie parece deshabitada; bajo el mar, aparecen muros de peces armándose y desarmándose al paso de los tiburones tigre y las mantarrayas gigantes. Cardúmenes de todos los colores desconocen los arpones y las redes.
Las islas Murciélago son el único archipiélago de Costa Rica y el punto más alejado del área de conservación Guanacaste. Siete islas solitarias a las que solo llegan los guardaparques, los buzos y los amantes de los mares paradisiacos y los aullidos de los coyotes y los pumas.
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