“Tope de Toros” desató algarabía y rescató tradiciones en el centro de Liberia
- Cientos de caballistas toparon los toros en el Puente Real vestidos de blanco y caqui para celebrar además de la centenaria tradición, la declaratoria del evento como Patrimonio Cultural Inmaterial y de Interés Público, otorgada al evento en setiembre anterior
7 de marzo. Liberia. Guanacaste. Si bien los caballistas madrugaron, alistándose para vestir sus mejores atuendos y el ganado estuvo listo desde la primera luz del día, el ansiado momento del clímax ocurrió precisamente cuando el potente sol liberiano se colocó en el zenit, indicando la llegada de ese ansiado mediodía que marcaba la salida de tradicional “Tope de Toros” de gala de Liberia. También unas atronadoras bombetas anunciaron el punto arranque de la esperada fiesta.
Un registro térmico superior a los 35 grados centígrados no impidió que buena parte de la audiencia vistiera con los sugeridos colores blanco y caqui, unidos los tradicionales sombreros de dril o lona de ala ancha y cordón de crin, creados para minimizar el sol, pero nunca bajar la intensidad de una calurosa festividad que se realiza todos los 7 de marzo de manera ininterrumpida por más se siglo y medio.
Es imposible dejar de lado u obviar la rítmica banda sonora que acompañó al Tope de Toros en cada esquina, el sonido de las parranderas, marimbas callejeras y los payasos de las mascaradas complementó la atmósfera de un ambiente familiar y cargado de emociones 100% guanacastecas.
Sin embargo, este año es más especial que ninguno porque por primera vez se celebra la declaración del Tope de Toros de Liberia como Patrimonio Cultural Inmaterial y de Interés Público de Costa Rica, según la Ley 9709 del pasado setiembre.
“El Tope de Toros es Ley de la República y la comunidad guanacasteca lo está celebrando en grande y se siente muy orgullosa. Además, los seguidores de la actividad hípica costarricense se hicieron presentes con una notable participación en el centro de Liberia” destacó Verónica Navarro, presidente de la Asociación Para La Cultura de Liberia.
Según los organizadores, esta celebración aún se mantiene vigente porque el desarrollo de Guanacaste históricamente se ha basado en la ganadería. Por tal motivo, llevar los toros al borde de la ciudad, desde el Puente Real a la Calle Real, arreado por los sabaneros en sus caballos, frente a casas patrimoniales en los cuatro barrios del Centro Histórico de la ciudad no tiene comparación de algo similar en el país. El camino concluye cuando llegan al toril de la Plaza Camilo Reyes en barrio los Ángeles para dar inicio a las esperadas montas.
Tradición liberiana única en el mundo
Esta actividad se considera única en el mundo y atrae al turismo nacional e internacional a compartir una experiencia singular y característica de las Fiestas Cívicas de Libera en el verano guanacasteco, misma que ha sufrido pocas variaciones durante muchas décadas.
Para Alberto López, Gerente General del Instituto Costarricense de Turismo (ICT), el Tope de Toros es considerado de interés nacional porque resalta y representa al patrimonio inmaterial y cultural de Costa Rica. “Esta actividad única que exalta lo mejor de la cultura liberiana y guanacasteca, una festividad que ningún costarricense debería privarse de poder observar y nos sentimos muy agradecidos con todos los que hacen posible que esta tradición siga manteniéndose viva en el corazón de los liberianos y los costarricenses” concluyó López.
Este año el Tope de Toros fue dedicado al historiador Hugo Zúñiga Clachar, quien disfrutó al máximo cada minuto de la fiesta, según compartió: “Nos sentimos orgullosos de ser hijos de la gran hacienda guanacasteca y de conservar tradiciones como la de ir a topar a los toros, la monta, la poesía, representada a nuestro estilo por bombas, retahílas y las tallas, la gama musical representada en las parranderas, además de la gastronomía y danzas propias” destacó el homenajeado.
La fiesta concluyó oficialmente al final de la tarde y poco a poco el ganado llegó al toril, los caballistas bajaron de sus vistosos corceles, también ensillados de gala con sus albardas de cuero, peleros, pellones de cuero y crin, jáquimas, así como esos aperos liberianos de fiesta, elementos también fundamentales, que han hecho patrimonio cultural esta tradición.
Finalmente los participantes, invitados y turistas degustaron de la gastronomía liberiana probando el ajiaco, el arroz de maíz, el tamal, yol tamal, tamal relleno, tortilla con queso y cuajada, piñonates, marquesotes y cajetas, sin dejar de hidratarse con lo necesario para esta ocasión, esperando todos que la tradición perdure por muchas décadas más.